Éfeso, una de las ciudades de la Antigüedad más famosas del mundo

La antigua ciudad de Éfeso es una de las joyas de la Humanidad en toda Asia Menor. Situadas en el oeste de Turquía, a orillas del mar Egeo, las ruinas de Éfeso representan un auténtico hito en la historia, un legado impresionante que ha podido llegar a nuestros días en muy buen estado de conservación.

Visitar Éfeso es fundamental en un viaje por Turquía. La huella de varias civilizaciones está allí. Incluso muchos recordarán la mención a la ciudad de Éfeso en la Biblia, lo que da a entender la importancia del lugar.

Historia de Éfeso

Éfeso fue un importante centro religioso, cultural y comercial durante siglos y el paso de diferentes civilizaciones. Cimerios, persas, romanos, godos, árabes… Todos pasaron por este codiciado lugar, puerta de entrada hacia Asia Menor e importante puerto comercial con salida al mar Egeo y a todo el Mediterráneo.

Son muchas las leyendas que tratan de explicar la fundación de la ciudad. Androclos, hijo del rey de Atenas, buscaba un nuevo emplazamiento en su huida de la invasión Dor en Grecia, en torno al siglo X antes de Cristo. Dice la leyenda que un oráculo predijo que dicho lugar lo señalarían un pez y un jabalí. Dicho jabalí aparecería y huiría ante Androclos, que terminaría cazándolo en el lugar donde establecería el nuevo asentamiento. A su muerte se construiría un mausoleo en su memoria, que estaría cerca de la actual Puerta de Magnesia. Sin embargo, no es más que una leyenda.

Fuese como fuese, Éfeso se convirtió en una importantísima ciudad, siendo la segunda del Imperio Romano con más de 250.000 habitantes. Los romanos controlaron la localidad a partir del año 190 a.C. Alcanzaría su mayor prosperidad en la época del emperador Augusto, convirtiéndose en uno de los lugares más importantes de Asia menor gracias al comercio. En esa época se construyó la gran Biblioteca de Celso, entre otros edificios.

A partir de ahí, el paso de los siglos terminó con la ciudad. Saqueos, invasiones, terremotos y con el puerto ya cegado por los sedimentos, provocarían la decadencia definitiva de la ciudad en la Edad Media.

Qué ver en Éfeso

Visitar las ruinas de Éfeso es como recorrer una ciudad de la Antigüedad. En el recinto encontraremos edificios públicos, comercios, viviendas privadas, calles aún pavimentadas y otros elementos que componían la ciudad. El conjunto forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2015.

En la visita hay varias construcciones que llaman la atención sobremanera, tanto por su importancia entonces como por el estado de conservación que presentan. Vamos a detallar los principales monumentos de Éfeso.

Teatro

Quizás el vestigio más impresionante de Éfeso son las ruinas del teatro. Cuenta con unas espectaculares gradas todavía en pie, en las que se estima cabían unas 25.000 personas. Es maravillosamente mágico pensar que esas mismas piedras fueron colocadas allí entre los siglos III y II a. C. y que por ella pasaron artistas de teatro, circo y gladiadores. Es, sin duda, una obra colosal con un arco que mide 150 metros de diámetro.

teatro efeso
Teatro de Efeso

Avenida de los Curetes

Los curetes eran sacerdotes de la mitología griega encarados de mantener vivo el fuego sagrado en el Pritaneo, sede de los magistrados de la ciudad. En Éfeso, la principal vía es la avenida de los Curetes, en torno a la cual se distribuye la mayor parte de las ruinas. Esta calle empedrada es un auténtico museo al aire libre, con restos de viviendas, templos, columnas y un suelo que todavía conserva los mosaicos que lo componían.

efeso avenida de los curetes
Avenida de los curetes

Una reconstrucción de la vía de los Curetes nos permite imaginar una calle con soportales de columnas a ambos lados, bajo los cuales circularían los peatones. Sería también una calle con diferentes servicios, como las letrinas, los baños públicos, el burdel o el templo de Adriano. A ambos extremos de la avenida se pueden contemplar la Puerta de Maceo y Mitrídates, en el lado de la entrada principal, y la Puerta de Hércules, en el lado del Ágora comercial.

Biblioteca de Celso

Casi al comienzo de la avenida de los Curetes se encuentra la Biblioteca de Celso, otra de las ruinas más espectaculares de Éfeso. Fue construida en torno a los años 117-135 en honor al senador y procónsul romano de Asia, Tiberio Julio Celso Polemeano. Se trataba de una de las bibliotecas más grandes del mundo antiguo, tras Alejandría y Pérgamo, y contaba con una capacidad de 12.000 rollos de pergamino.

Biblioteca de Celso
Biblioteca de Celso

La fachada del edificio se conserva en muy buen estado y es una de las ruinas que más impactan al visitante, con dos filas de ocho columnas donde se alojaban las estatuas de cuatro virtudes, en clara influencia griega. La Biblioteca alberga también la tumba de Celso, cuyo sarcófago de mármol se encuentra ubicado en una cámara bajo el ábside.

Templo de Adriano

También en la avenida de los Curetes se encontraba el Templo de Adriano, del que se conserva parte de la fachada. Fue construido en torno al año 138, dedicado al Emperador Adriano que visitaría la ciudad unos 10 años antes.

Templo de adriano Efeso
Templo de Adriano

Templo de Artemisa

Si hay un vestigio de categoría mundial en Éfeso, ese es el Templo de Artemisa. De la que fue una de las siete maravillas del mundo antiguo solo quedan hoy una columna y algunas piedras. El Templo de Artemisa está considerado el mayor templo de la Antigüedad. Contaba con 120 columnas y fue construido en torno al año 575 a.C. en honor a la diosa Artemisa, Señora de Éfeso. Fue destruido e incendiado varias veces, la última por parte de los godos en el año 262 d.C. No está situado dentro del conjunto de las ruinas, si no que está a dos kilómetros, en las afueras de la ciudad de Selçuk.

Templo artemisa
Restos del Templo de Artemisa

Pero las ruinas de la antigua ciudad de Éfeso ofrecen mucho más. Restos de viviendas privadas y comercios, mosaicos, muros, columnas… Un legado único a la altura de otros conjuntos arqueológicos de talla mundial, como podrían ser Macchu Picchu, Petra, Pompeya o Cartago.

Tours guiados y actividades

Éfeso es un lugar muy turístico que recibe a miles de visitantes cada año. Por ello, encontrar un tour para hacer una visita guiada al recinto arqueológico es bastante sencillo. Desde Estambul  se pueden encontrar viajes a Éfeso incluyendo otros lugares como Pamukkale  o Capadocia .

En el caso que terceros destinos ya estén cubiertos de otra manera o no se disponga del tiempo suficiente, también hay tours en Éfeso más cortos, desde las ciudades costeras de Kusadasi y Esmirma (Izmir).

La mayoría de visitas a Éfeso incluyen paradas en Selçuk para conocer el Templo de Artemisa, la casa de la Virgen María y la basílica de San Juan Evangelista.

En internet es posible encontrar numerosas opciones de tours en español a Éfeso.

Qué ver en la ciudad de Selçuk

Selçuk es la ciudad más cercana al antiguo Éfeso. Esta urbe de unos 30.000 habitantes sirve de punto de acogida de los millones de turistas que quieren visitar las ruinas de Éfeso. Aunque su economía continúa dependiendo de la agricultura, es innegable la influencia que ejercen las ruinas de Éfeso sobre esta ciudad.

Como hemos visto, el principal monumento de Selçuk son las ruinas del Templo de Artemisa. Un lugar lleno de simbolismo y que forma parte de los monumentos mundiales de la Antigüedad. Pero, además, en Selçuk encontraremos una fortaleza, la basílica de San Juan (del siglo VI) y la llamada casa de la Virgen María, donde según la tradición cristiana fue trasladada María tras la crucifixión de Cristo. Hasta allí peregrinaron varios papas de Roma, que definirían la casa como “lugar santo”.

Por otro lado, cada sábado en Selçuk se celebra un interesante mercado de productores tanto de alimentación como de ropa.

Qué más puedes ver cerca de Éfeso

En las proximidades de la antigua ciudad de Éfeso hay muchos lugares atractivos para visitar. Además de Selçuk, tenemos a un tiro de piedra la localidad y el puerto de Kusadasi, el pueblo de Sirince, el recinto arqueológico de Priene… y la tercera ciudad más poblada de Turquía, Esmirna, conocida como “la Perla del Egeo”. Te contamos qué puedes encontrar en estos destinos:

Kusadasi

Situada a 17 kilómetros de la ciudad grecorromana, esta localidad debe su dinamismo a su puerto, donde atracan numerosos cruceros turísticos. Kusadasi significa “isla de los pájaros”, no en vano es un destino muy codiciado por los ornitólogos. Este municipio tiene un castillo y un museo interesantes de acceso gratuito y también es recomendable visitar su Gran Bazar y la Mezquita. Desde aquí se puede contratar una excursión en barco para disfrutar de la belleza de su costa.

Sirince

Con apenas 600 habitantes, este bonito pueblo situado a 8 kilómetros de Éfeso es una auténtica maravilla. Está delimitado por grandes extensiones de melocotoneros, olivares y viñedos y la mayoría de sus casas blancas fueron construidas en el siglo XIX. Sus calles empedradas están jalonadas de pequeños hotelitos, bodegas y encantadores restaurantes y comercios. Si tienes ocasión, no dejes de visitar la iglesia de San Juan, de 1805, ni probar su vino de frutas. ¿Una curiosidad? Sirince significa “feo” en turco.

Ruinas de Priene

A 57 kilómetros de Éfeso, se encuentran las ruinas de la ciudad de Priene, otra gran joya para los amantes de la arqueología. Conserva un magnífico teatro griego con capacidad para 5.000 espectadores, el ágora, el templo de Zeus Olímpico, un estadio de 190 metros de longitud, restos de una iglesia y una sinagoga… El edificio más célebre de Priene es el atractivo Templo de Atenea Polias. Es muy agradable recorrer el recinto arqueológico, porque se realiza bajo la sombra de los pinos, que están diseminados por todas partes.

Esmirna

También conocida como Izmir, esta ciudad portuaria y moderna es la tercera más poblada de Turquía. Está a 80 kilómetros de Éfeso y tiene grandes atractivos turísticos. Es imprescindible dar un paseo por la calle peatonal Atatürk, también conocida como Kordon, para percibir la esencia de esta ciudad cosmopolita y acogedora. Te puedes detener en el Museo Atatürk, dedicado al líder político que creó la República de Turquía; en el monumento a la Guerra de la Independencia o en el Barrio de Alsançak, donde podrás encontrar casonas bien conservadas del siglo XIX. Otros grandes atractivos son el Centro de Arte Arkas, el muelle Konak construido por Gustav Eiffel, la Torre del Reloj o su Gran Bazar, un espacio ideal para tomar el pulso a la agitada vida de la ciudad.

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